jueves, 8 de abril de 2010

traducción

¿Por qué me prometiste un bello día,
haciendo que avanzara sin capote,
si luego torvas nubes se avecinan
y envuelven tu bravura en sus vapores?
No basta con que irrumpas entre nubes
para enjugar la lluvia de mi cara,
pues nadie quiere un bálsamo que cure
la herida y no repare la desgracia;
ni es buena medicina tu vergüenza
ni dejo de perder si te arrepientes,
pues el pesar de quien causó la ofensa
no carga con la cruz del que se ofende.
Mas, ay, amor, las perlas de tu llanto
si pueden subsanar tus malos actos.

1 comentario:

  1. Me ha encantado leer esta poesía, y la quiero dejar aquí en nuestro blog para que la comentéis si queréis; a mi me parecen de una realidad abismal los versos que me han gustado, aquellos que están seleccionados de otro color; el que otro se sienta en último momento mal por lo que te ha hecho, no significa que tu dolor sea menor. Tampoco nos gusta, aunque a veces lo agradezcamos, que alguien nos quite un dolor, si no ha quitado toda la desgracia o deja después una mayor.

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